Hoy me levanté con una gran sonrisa. No tuve pesadillas que perturbaran mi sueño. Descansé como hacía tiempo que no podía hacerlo.
Tranquila, serena, relajada...
Me he levantado sin restos de llanto en mis ojos. Mi garganta no estaba dolorida por otra noche más de soledad. No sentí frío por estar sola. Mis palabras resonaron sin tensión en mi habitación vacía. No había rencor ni odio en mi voz.
Sólo estaba yo.
Tal cómo fue siempre, tal y cómo deseaba que volviese a ser.
Me levanté echando a mis demonios de la cama y me propuse empezar bien el día. Volví a sonreir y respiré hondo. Un pie delante del otro y lo demás sería sencillo.
Me sentí fuerte, libre, completa.
Me sentí yo...
martes, 28 de octubre de 2008
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4 comentarios:
Me alegro de que haya sido así y a partir de ahora hay que levantarse todos los días con una sonrisa :)
Un besito!
Pd: me encanta como escribes ^^
jajaja aiii pequeña no sabia que tuvieras un blog!! ya te he enlazado ok? me gusta ese optimismo!
bexos guapa!
ey, te agrego a mi blog...levantarse con buen pie nunca esta demas...
bss
Así nos deberíamos de levantar todos los días.
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